10 septiembre 2009

un poema escrito hace 4 años: revisitado: reescrito: reeditado: reordenado: resignado: reinsertado: re:

QUAI D'ANJOU


curioso que la escena (la nada, casi:
dos desigualmente jóvenes)
tuviera como un aura inquietante.

JULIO CORTÁZAR


- - -
Y ya qué hacer con esta calle despejada.
Todo este orden como de puntos suspensivos,
uno siguiendo a otro a otro
y otros más que imaginariamente siguen
como si abrieran grietas en el tiempo
para refugiarse en la nada.
Palomas escondidas en los boquetes de los edificios
que pasan inadvertidas
sin necesidad de camuflaje.
Incluso a un buen fotógrafo se le iría la toma.

Antes fui por el Quai d'Bourbon
y ya no soplaba viento,
pero tú la mujer rubia
eran las nubes,
entonces pasó una paloma
y me parece que un gorrión
delante de mis rostros
sus rostros
nuestros.

Ah, viento de Chapultepec
que me despejas el cielo
y la calle.
Habría que decidirse a encontrar una paloma qué fotografiar.

- - -
Yo que miro,
qué puedo mirar con el sol de frente.
Miro las nubes
o más exacto:
el espacio que una vez ocuparon
pero quedo ciego,
prefiero bajar la mirada
sin llegar al suelo.

Tomo entonces Paseo de los Andes
y en Monte Nevado ese incienso inservible,
en Cerro Agreste el agua,
Campos Celestes un edificio a medio hacer,
por Noche Pletórica caminando.

Mirar y caminar
son los infinitivos más.
[finitos
finos e) infinitos
-ínfinos-

Luego de mirar me viene el recuerdo
o el registro,
antes es caminar.
Recuerdo la imagen antes que su verdadero cuerpo,
había girado como una veleta de cobre
y los ojos, los ojos estaban ahí.

- - -
Era delicada y linda, como la noche,
salía humo de sus negros ojos,
yo la perdí por verla tanto,
al igual que sucede con noches así.

Sólo mirar y esperar,
algo tiene que suceder luego de mirar tanto.

Estoy solo como lo está cualquiera,
como la noche cuando es de día,
y no hay nubes.

Estoy solo como una fotografía cuando nadie la ve.
Como una paloma que es una nube que se suspende.
(nostalgia de lo que se obtuvo
aunque lo obtenido
sea aquello que no fue)

- - -
La noche se me desliza
y creo que bien podría haber
otras maneras de no contar nada.

¿Por qué no llega la paloma y se esconde en la nube?
¿Por qué no llega la noche y cubre éste sol?
¿Por qué mujer rubia ojos negros tácito encuentro?

No se acaba un poema con una pregunta
ni se pregunta qué después de leerse.

1 comentario:

La paciente nº 24 dijo...

[- - -]

Te equivocas, son guijarros, esos puntos suspensivos, como migas, mételos en una bolsa, todas las señales de tráfico, te caben, el mundo esta lleno de comas, codas finales, balizas. Fotografías, trepidadas, movidas, es el viento de las imágenes, se encierran en una golondrina, golondrinas no palomas, las palomas son poco fotografiables. En Le Quartier au demain ya no hay calles.

[- - -]

Fíjate, allá arriba, entre las nubes, hay algo azul que brilla, tímidamente; es el asfalto del cielo, caminan, tus ojos; son bien inútiles los ojos cuando miran o cuando caminan. Cerrados, debajo, por debajo, de noche, en el fondo, como si los ojos fueran el fondo de algo, allí, estamos justamente solos.

[- - -]

Por qué no acabar con una pregunta si jamás ha tenido una respuesta.


[Me ha encantado, Alberto, como me encantó saber que viniste de un día de lluvia, no imaginaba mejor lugar que ese]

Paci.