21 abril 2009

VIVIFICAR

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Quien encuentre la interpretación de estos dichos,
no experimentará la muerte

INICIO DE "El Evangelio Según Tomás"
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Mi abuela me decía
que Dios no había creado el mundo
pero que sí existía
Dios existía
no era un Él o un Ella
ni había forma de representarlo
aunque sí de conocerlo.

Entonces se preparaba un té
y suspiraba
y me ofrendaba
una suave caricia
que siempre recuerdo
con un amor inusualmente verdadero.

Ella iba a la iglesia
más por mi abuelo que por ella.
Para mi abuelo era importante
desde niño era aficionado a la iglesia
y al beisbol
hasta que murió
murió amando a mi abuela
murió amando al pueblo donde nació
aquel perdido en la Sierra de Durango
del que siempre hablaba
mientras yo imaginaba cuentos
donde caballos, haciendas y sombrerudos
hacían lo suyo en aras de sabrosas ficciones.

Pero decía que murió.
“Murió tu abuelo”, me dijeron una mañana de Septiembre
antes de partir rumbo al colegio.
Era el comienzo de los años noventa
cuando faltaba tan poco
para conocer a Kurt Cobain:
.................................................. no viviría más aquellos cuentos
.................................................. tan serranos
.................................................. tan perfectos
.................................................. los cambiaría por distorsiones
.................................................. santas santas también.

Mi abuela no murió
a pesar de tener una tumba
junto a la de mi abuelo.
Ella no pudo morir
muy a pesar de su cuerpo
del que hay prueba fehaciente
profanemos su tumba para ver sus huesitos
por mi cuenta van
las palas y los picos
y el mezcal
por cuenta de ustedes irán los bailes.

Pero decía de mi abuela
esa mujer compasiva y feliz
que hablaba de Dios como una casa
y del mundo como un sueño
como una ilusión necesaria.
Ella estaba más que nacida
más que despierta
más que muerta
porque sabía abandonarnos
a nosotros
a los del mundo
su vecindario
los feligreses
sus hijos
su nieto poeta
aunque el abandono no era cosa de irse
sino otra cosa
distinta muy distinta
como reconocerse vieja y libre
sabia como cualquier otra persona
que sabrá reconocerse tarde o temprano
hija del mismo Padre Viviente
al que todos vivenciamos
con o sin conciencia clara de ello.

La vida le era más que un cuerpo
más que la memoria
y más que la energía.
La vida no le implicaba formas
mucho menos explicación
pero tenía certeza de ella
su mirada se expresaba en absoluto
un amoroso absoluto
de quien se sabe en casa
siempre siempre siempre.

2 comentarios:

Liliana Lucki dijo...

Mas que emotivo.

Una dulce belleza.

Te saluda desde Argentina Liliana.

edegortari dijo...

Chingonsísimo poema. Neta me latió un resto. Tdo en su preciso lugar. Más que nada la última estrofa y ese siempre que se repite y se repite. Muy bueno. Saludos.