07 mayo 2005

Monólogo previo a la voz

Llevo ya tanto tiempo de no probar
palabra alguna fluctuando por los bordes de la isla.

La noche reposaba en mí:
a la sombra, mis ojos lucían honestos:
mi vista fija en el signo:
la noche iluminó el siguiente paisaje:

Verdeaba vereda el vocablo
velaba con vela a las balsas
que aún no viajaban con rumbo a la bajamar.

En el descenso de la senda
deseaba ser sabia la idea
como sólo sabe la sed hacerlo.

Apresada en la piedra
la práctica prendía prístinas pronmesas
la palabra abría el precio del presente.

Llevo ya tanto tiempo de no probar el presente
en lugar de ello hay vigilia
vigilia de náufrago
ese punto donde todo hombre ha de encontrarse
inmemorial y verdadero
previo a la voz
todos somos uno previo a la voz
habla escritura habla
mutismo idea mutismo.

La noche reposaba en mí:
a la par que el hombre prendía fuego en silencio:

Silencio, sí, y no ausencia.

Pesado pedazo pensado.

Previo a la voz
sólo el pensamiento
sólo una vuelta de tuerca al yo
without time without space
without you.

No puede haber presente sin palabra
sea acaso eso la rueda de los orígenes.


Así, en cada monólogo previo a la voz
seremos, de nuevo y siempre, en la isla.

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