Al paso del tiempo,
al tejer la tela rota,
percibí que los dos lados eran
ilusorios,
que no había más división
de la que yo fomentaba
o ideaba.
Percibí que la tierra toda
es una,
que le pertenecía yo,
que era de ella y no de un solo lado,
de ella,
que era ciudadana de ella
entera,
y me reconcilié conmigo,
con ella,
con ellos.
al tejer la tela rota,
percibí que los dos lados eran
ilusorios,
que no había más división
de la que yo fomentaba
o ideaba.
Percibí que la tierra toda
es una,
que le pertenecía yo,
que era de ella y no de un solo lado,
de ella,
que era ciudadana de ella
entera,
y me reconcilié conmigo,
con ella,
con ellos.
(de un poema de Nicole Diesbach)
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